
La cerámica es uno de los elementos decorativos más usados debido a su escaso coste. Este arte milenario, que tiene como materia prima la arcilla, consiste básicamente en modelar a partir de distintos métodos para así poder dar vida a una infinidad de objetos decorativos, artísticos o utilitarios.
1 Prepara el sitio adecuado.
Acondiciona una superficie limpia, seca y lisa. Debe ser un sitio que no te importe que pueda mancharse. Puedes poner una tabla sobre un trapo para que ésta no resbale. No te olvides de usar un delantal o una camiseta vieja porque probablemente te ensucies.
2 Corta y moldea.
Lo primero que debes hacer es cortar la cantidad de arcilla que vayas a usar. Puedes hacerlo directamente con las manos o con un cuchillo. También puedes utilizar o hacer tú mismo un cortador con dos piezas de madera y un hilo de metal.
Con un palote amasa la arcilla y con las manos ve dándole la forma que desees. No te olvides de humedecer tus manos para que la arcilla no se seque antes de tiempo.
3 Consejos de mantenimiento.
Si vas a tener que dejar de moldear durante un tiempo debes mantener la pasta con un trapo húmedo y éste cubierto por un plástico.
Una vez que tengas la figura que desees puedes llevarlo a un establecimiento especializado para que lo queman o si tienes tu propio horno de cerámica hacerlo en casa!