El carbonato de cobre es usado para añadir cobre en los esmaltes, tiene aspecto de polvo verde de color muy característico y es insoluble al agua.
Como otros metales actúa como colorante de los esmaltes, a la vez lo hace también como fundente. Es el colorante cerámico más versátil y el más reactivo a la atmosfera de la cocción, da un amplio rango de colores en función de la composición del esmalte y la atmosfera de cocción.
Desarrolla verdes y turquesas en atmósfera oxidante y rojos en reducción.
Como carbonato tiene menos concentración que el óxido, es algo fundente y aumenta la solubilidad del plomo en los esmaltes, por lo que se debe usar con precaución en piezas utilitarias.
A partir de los 1250ºC se volatiliza.
Los porcentajes van de 1.5 al 5% según temperatura. En saturación desarrolla negros.
Gama de colores miscibles entre sí, desarrollados para la decoración de cerámica.
Los óxidos colorantes de esta serie llevan incorporados en su formulación, un fundente que permite su uso tanto bajo cubierta transparente (bizcocho) como sobre esmalte opaco.